
Aún en medio de las vacaciones, del reposo y el ocio, la Eucaristía no deja de ser “lo más nuestro”, lo que toca las fibras más profundas de nuestro ser. Por eso es “lo nuestro”, donde se expresa nuestra identidad, nuestro sentido, el corazón del misterio donde se hace denso mi propio misterio, se refleja y se pone en valor lo que soy y lo que estoy llamado a ser. No perdamos la oportunidad de celebrar cada...