Vaticano II - (10) - Un Concilio que duró tres años (1963-1965)



Gaudet Mater Ecclesia: con estas palabras el Beato Juan XXIII inauguró, hace exactamente cincuenta años, el Concilio Vaticano II. Tres palabras que recuerdan la noche de Pascua y el anuncio gozoso del pregón -Alégrese nuestra Madre, la Iglesia- y, de este modo, identifican al protagonista y, al mismo tiempo, la razón de ser y el horizonte de comprensión del Concilio y de sus enseñanzas: la presencia de Jesucristo resucitado en la Historia. En efecto, es imposible acercarse al Vaticano II si se prescinde del reconocimiento de la presencia del Señor resucitado entre nosotros, único tesoro de la Iglesia y contenido de su misión entre los hombres. "Porque la Iglesia -nos recuerda la Constitución Lumen gentium en su primer número- es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano".


“En esta asamblea, bajo la guía del Espíritu Santo, queremos buscar el modo de renovarnos a nosotros mismos, para que se nos encuentre más fieles al Evangelio de Cristo. Procuraremos proclamar a los hombres de este tiempo la verdad íntegra y pura de Dios, de tal modo que la comprendan y la acepten de buen grado”Mensaje de los Padres del Concilio Ecuménico Vaticano II a todos los hombres (20-10-1962).

El Concilio constó de cuatro sesiones que se celebraron entre 1962 y 1965. La primera sesión, de la que celebramos el 50º aniversario, comenzó el 11 de octubre de 1962.

La sesiones tenían un procedimiento complejo de esquemas, exposiciones, participación, enmiendas, votaciones y aprobación que contamos sumariamente más abajo.

Una vez convocado el Concilio, comenzó inmeditamente su preparación. Se hicieron consultas a todos los Obispos, Superiores Generales, Facultades de Teología,...(de los 2.800 consultados respondieron 2.150) Se constituyeron Comisiones según los temas a tratar, y cada una de ellas preparó un esquema de trabajo que se envió a todos los participantes. Sobre este esquema inicial fueron votando en las sesiones por asamblea -¡participaron hasta 2450 obispos! ya hemos comentado-. De los planteamientos iniciales apenas quedaron algunos detallitos en los documentos finales que nosotros conocemos. Damos algunas pinceladas para hacernos una idea de lo que sucedió ahí dentro.

En la Primera Sesión, ya el 20 de octubre se votó un “Mensaje de todos los padres conciliares a todos los hombres”. De inmediato comenzó la discusión del esquema sobre la Liturgia que será posteriormente la Constitución Sacrosanctum Concilium, que fue ampliamente discutida durante casi un mes y finalmente aprobado en su texto definitivo con 2162 votos a favor –placet- y 46 en contra –non placet-). A continuación tomaron el esquema de “Las Fuentes de la Revelación” que será la Constitución Dei Verbum, pero aquí las diferencias fueron mayores hasta el punto que se llegó a pensar que no prosperaría el esquema. El resto de esquemas de las distintas comisiones fueron tratándose hasta el 8 de diciembre que concluyó la primera sesión. Sólo destacar que el esquema “De la Iglesia”, muy discutido también, acabó en esta sesión considerado como el documento que habría de dar unidad y finalidad a todos los trabajos del Concilio. Fue decisiva en este trance la intervención de Giovanni Montini que unos meses más tarde se convertiría en Pablo VI.

El concilio continuaba entre las sesiones, las comisiones seguían trabajando en los esquemas y en los documentos y los padres conciliares estudiaban la documentación. El 3 de junio de 1962 falleció Juan XXIII y el 21 de Junio fue elegido papa Pablo VI que anunció al día siguiente que el Concilio continuaría.

La Segunda Sesión comenzó el 29 de septiembre de 1963 presidida por Pablo VI. Se aprobó finalmente el esquema “De Iglesia” que luego se iba discutiendo y aprobando capítulo a capítulo (como todos los documentos) dando lugar en este tramo a acaloradas discusiones sobre los contenidos hasta el 15 de noviembre. Mientras tanto fueron promulgándose algunos documentos como el de Liturgia y el de los Medios de Comunicación.

A la Tercera Sesión se llegó con los textos de los esquemas De Iglesia, De las Fuentes de la Revelación y De la Iglesia en el mundo actual –que se llamó Esquema XIII- muy sólidos. Se inauguró el 14 de septiembre de 1964 en una celebración en la que ya se aplicó la Sacrosanctum Concilium sobre la Liturgia en una Eucaristía concelebrada por 24 padres conciliares. El esquema De Iglesia fue, como no, nuevamente el centro de la discusión –especialmente la cuestión de la colegialidad-. El Esquema XIII tuvo distintas acogidas y se veía como poco fundado teológicamente. Aprobaron al finalizar la sesión diversos documentos, entre ellos la Lumen Gentium y los decretos sobre Ecumenismo y las Iglesias Orientales. El papa proclamó a María como Madre de la Iglesia.

La Cuarta Sesión dio comienzo el 14 de septiembre de 1965. En el discurso inaugural de ésta Pablo VI expresó su intención de convocar el Sínodo de los Obispos (algunos vieron aquí la aplicación de la colegialidad) y que visitaría la ONU en el XX aniversario de su fundación. Se fueron discutiendo, y se promulgaron finalmente el 28 de octubre, la mayoría de los decretos (CD, PC, OT, GE, NE) y dejaron para el final las discusiones y análisis de los dos grandes constituciones sobre las que no se conseguía consenso, la de la Dei Verbum promulgada finalmente el 18 de noviembre junto con el decreto sobre apostolado seglar). La Gaudium et Spes tuvo un tortuoso tratamiento por la petición de la condena del comunismo y el capítulo del matrimonio- que se promulgó finalmente el 7 de diciembre junto a otros Decretos (AG, PO y DH). El 8 de diciembre concluyó el concilio con una eucaristía presidida por el Papa.

Los últimos días habían sido pródigos en acontecimientos: despedida de los observadores no católicos con una celebración conjunta (6 de diciembre), "levantamiento de la excomunión" mutua entre Roma y Constantinopla del año 1054 (7 de diciembre) y acto final en la plaza de san Pedro (8 de diciembre) con mensajes dirigidos a diversos grupos cualificados.

En el Concilio se articuló una doble visión de la Iglesia: hacia dentro subrayando la participación y la colegialidad; hacia fuera una Iglesia que hace suyos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”.


Saber más. Procedimientos conciliares.

Los trabajos de las Comisiones comenzaron oficialmente el 14 de noviembre de 1960. Se crearon 12 Comisiones (Diez correspondían a la organización en Dicasterios -Departamentos de la Curia Romana- y dos de nueva creación -una para el apostolado de los laicos y otra para la unidad de los cristianos-)
Tras un año y medio de trabajos en esas Comisiones ordenando, entre otras cosas, las respuestas a las consultas lanzadas a todos los Obispos, Facultades y Superiores, estas Comisiones presentaron ¡¡¡75 ESQUEMAS!!!Los "esquemas" son como "propuestas" de trabajo que serían estudiadas, debatidas, sometidas a discusión (cada obispo podría disponer de diez minutos para su exposición en latín), votadas y, una vez introducidas las enmiendas, votadas nuevamente para ser promulgadas en la Congregación Pública presidida por el Papa. 





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