Después de la resaca de Año Nuevo vamos despertando en este pacífico fin de semana al nuevo año. Están devaluados los propósitos de Año Nuevo, dicen. Y es que es verdad que con el cambio de año todos nos animamos a proponernos retos y fijarnos nuevas metas.
La serenidad del segundo día del año nos devuelve a la realidad, aunque esta vez en medio del descanso del fin de semana, y a contemplar la vida con pausa y perspectiva.
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