Jornada sobre Discernimiento Ignaciano
en la Parroquia del Recuerdo
en la tarde del sábado 10 de febrero.
|
El Sábado 10 de febrero los Agentes de Pastoral de la parroquia de NS del Recuerdo tendremos una sesión entre las 17:30 y las 20:30 h para asomarnos al Discernimiento. Es una de las líneas de acción pastoral que se nos propone trabajar desde la diócesis y el Consejo Pastoral de la parroquia consideró oportuno que un especialista en el Discernimiento Ignaciano nos introduzca en esta metodología propia de San Ignacio de Loyola que se convirtió en un instrumento o herramienta básica para la gestión de la actividad y la misión de la Compañía de Jesús y hoy se nos propone como patrimonio espiritual de la Iglesia.
A quienes va dirigido
A los miembros del Consejo Pastoral de la parroquia y a todos los Agentes de Pastoral de la parroquia en todas las áreas (catequistas, entrenadores, animadores litúrgicos, limpieza del templo, responsables de Cáritas, visitadores de enfermos, grupo de misiones, responsables del centro de día, de grupos juveniles, AMA’s, responsables de PDE, religiosas,…)
Qué vamos a hacer
Se trata de asomarnos al discernimiento desde el planteamiento original de San Ignacio en el s. XVI y adaptado a nuestra actividad pastoral y a nuestra vida diaria. Ignacio Álvaro Benito, a quien agradecemos que comparta con nosotros esa tarde, nos presentará el discernimiento ignaciano y nos propondrá actividades y escenarios para motivar la profundización en los elementos y condiciones para el discernimiento personal y compartido proponiéndonos ejercicios prácticos de proceso de toma de decisión y sus elementos en nuestra actividad pastoral.
Qué nos va a aportar
Desde que nos levantamos cada mañana estamos decidiendo y eligiendo,… cada vez que nos sentamos a programar o planificar la actividad que vamos a hacer en la parroquia tenemos que optar, elegir,… ¿Cómo y desde dónde tomamos estas decisiones? ¿Qué nos mueve a hacer determinadas apuestas en la parroquia y a elegir entre distintas alternativas…? ¿Esas decisiones, que personal o comunitariamente tomamos, conectan con nuestras motivaciones más profundas y con la voluntad de Dios que es lo que buscamos? ¿Sabemos identificar los miedos, sueños, sospechas, expectativas personales, pasiones, heridas,… que nos influyen en el proceso de elección?,…
Los escenarios que se nos van a abrir y en los que nos vamos a desenvolver esa tarde seguro que nos revelarán espacios personales y comunitarios por explorar, inspirarán nuevas energías en la tarea común de anunciar el evangelio en nuestro barrio de San Blas-Las Rosas, nos re-encantará en el desafío de dar respuestas personales y parroquiales en medio de un mundo cambiante, incierto, complejo… Sin duda alguna la jornada nos dará la oportunidad de hacernos silencio y nos ayudará a conectar con nuestro propósito, nuestra fuente, y consolidará nuestro espacio comunitario de confianza; saborearemos el gusto por sintonizar con el plan de Dios y nos revelará un patrimonio espiritual multisecular de la Iglesia en el que podremos ir profundizando más adelante.
El discernimiento es la herramienta fundamental de Ignacio de Loyola en su peregrinar espiritual y uno de los elementos fundantes y universalmente aceptados de la Espiritualidad Ignaciana.Ignacio descubre que Dios habla al interior del ser humano y en ese espacio el discernimiento espiritual distingue los movimientos del buen y del mal espíritu desde las tácticas y estrategias propias de cada uno de ellos. En la espiritualidad de Ignacio si aprendemos a distinguir estas mociones internas podremos intuir cuál es la voluntad de Dios. El buen espíritu es como ese instructor del gimnasio que nos exige dar más y sacar lo mejor que tenemos. También nos invita a que seamos solidarios y nos unamos a las mejores causas que intentan construir un mundo más humano. Por tal motivo el discernimiento ignaciano mantiene su vigencia y es una gran herramienta para enfrentar los tiempos modernos. Jesuitas. Provincia argentina-uruguaya
Ingeniero de formación, gestor público y social por experiencia, defensor del desarrollo sostenible por convicción y facilitador por vocación. Afortunado de trabajar y aprender de muchos y muchas desde las aldeas de Bamyan- en las montañas centrales de Afganistán- hasta las aulas de la escuela de gobierno de Harvard, pasando por Honduras, España y muchos sitios más. Soy un entusiasta empedernido en busca de complejos desafíos, siempre tratando de facilitar soluciones nuevas y viejas y aprendiendo creativamente de los fracasos. La sociedad actual se enfrenta a grandes retos globales, pero creo que tenemos las herramientas para alcanzar, desde la responsabilidad individual y la acción colectiva, un progreso sostenible basado en las evidencias y no en las ideologías. Para ello es necesario rehabilitar la confianza y la relación entre las administraciones públicas y la ciudadanía a través de una rendición de cuentas inteligente que facilite la innovación para construir una sociedad más sostenible y equitativa no solo en el ámbito local, sino también en el regional, nacional y, hoy más que nunca, en lo global.
"…Dejarse inquietar por el Espíritu Santo: 'Eh, he oído esto... Pero, padre, ¿aquello es sentimentalismo?'. 'No, puede ser, pero no. Si tú vas por el camino justo no es sentimentalismo'. 'He sentido las ganas de hacer esto, de ir a visitar a aquel enfermo, o de cambiar de vida o de dejar esto...'. Sentir y discernir: discernir lo que siente mi corazón, porque el Espíritu Santo es el maestro del discernimiento. Una persona que no tiene estos movimientos en su corazón, que no discierne lo que sucede, es una persona que tiene una fe fría, una fe ideológica. Su fe es una ideología. Eso es lo que sucede"…
"…¿Pido que me guíe por el camino que debo elegir en mi vida y también todos los días? ¿Pido que me dé la gracia de distinguir lo bueno de lo menos bueno? Porque lo bueno de lo malo se distingue inmediatamente. Pero está ese mal escondido que es el menos bueno, pero que tiene escondido el mal. ¿Pido esta gracia? Yo quisiera sembrar esta pregunta en su corazón... Sería necesario preguntarse si tenemos un corazón inquieto porque está movido por el Espíritu Santo, si cuando nos llegan las ganas de hacer algo, le pedimos al Espíritu Santo que nos inspire, que "diga que sí o que no", o si sólo hacemos "cálculos mentales".
Pidamos también nosotros esta gracia de escuchar lo que el Espíritu Santo dice a nuestra Iglesia, a nuestra comunidad, a nuestra parroquia, a nuestra familia" y a "cada uno de nosotros", Pidamos "la gracia de aprender este lenguaje para escuchar al Espíritu Santo"Homilía de Pentecostés 2017. Papa Francisco.
Muchas gracias por organizarnos estos encuentros tan interesantes. Estoy impaciente por participar. Eva
ResponderEliminar