El Camino no lo haremos solos

Nuestra travesía hacia la normalidad pasa por el Templo y el culto, acompañando a los más vulnerables y haciendo memoria y oración por los que nos han dejado. Al frente va Jesús y hacemos el camino bajo el amparo y la protección maternal de María.
Desde el lunes el Templo Parroquial está abierto de 9.30 a 12.30 y de 18.30 a 20.30. Y se celebran las eucaristías a diario (excepto el martes) a las 10.00 y a las 20.00
Todo está transcurriendo con normalidad según lo previsto. Se ha preparado el Templo y señalizado y después de cada celebración se desinfecta con pulverizadores. En todo momento todos los que participan cuidan unos de otros respetando las normas con exquisita delicadeza.
Este Domingo está previsto celebrar las Eucaristías de 10.00, 11.30 y 13.00 h. Recordamos que el aforo está limitado a 80 personas y que las personas de grupos de riesgo están eximidas de la asistencia a Misa.
Recordamos también que, con la apertura del Templo en el horario mencionado, ahora se recogen alimentos en cualquier momento en que el Templo esté abierto. Desde Cáritas Parroquial queremos trasladaros nuestro agradecimiento por la colaboración que estáis aportando para que muchas familias puedan alimentarse y subsistir en estos momento tan críticos. Seguimos animando a todos a colaborar en esta situación de vulnerabilidad de muchos de nuestros vecinos.
Proponíamos, con la vuelta al Templo, recordar a todos los que nos han dejado en estos días y ya están con el Padre, especialmente a quienes han vivido este tránsito en soledad. Para tenerles presentes en nuestra Comunidad instalaremos un espacio a la entrada de la capilla de memoria y oración. Podéis dar a los sacerdotes los nombres para tenerles presentes en comunidad y en nuestras celebraciones.
Todavía no es posible reanudar las actividades habituales de la parroquia pero queremos seguir haciendo juntos esta travesía: los que podamos –sin volvernos locos- incorporándonos poco a poco a las celebraciones; los que podamos –y esto es lo más urgente- colaborando con los más vulnerables entre nosotros; y todos uniéndonos solidariamente en la memoria y la oración por los que nos han dejado y el acompañamiento de sus familias.
Tenemos por delante un camino que hacer juntos, al frente va el Maestro y el Señor que nos llama a asumir juntos el reto de no dejar que nadie se sienta solo en esta travesía. Encomendamos nuestro empeño a la inspiración y protección de Nuestra Señora del Recuerdo.

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