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Se va un año cargado de vivencias variadas e intensas, de aprendizajes, de sabores y sinsabores.
El balance para algunos será positivo. Quizás para otros, que debieron atravesar momentos duros o difíciles, el balance no sea tan bueno.
De lo que no podemos dudar es de la compañía amorosa de Dios que transitó junto a nosotros estos caminos, a veces escarpados y cuesta arriba. A veces llanos y cómodos.
En este último día del año miramos hacia atrás, y nos sorprendemos de tantos días y meses transcurridos. ¡Qué rápida corre la vida!
Y en esta escuela que es vivir cada cual va a su propio ritmo, como puede y con las herramientas que tiene a mano. Librando batallas contra nosotros mismos, tratando de luchar por nuestros sueños, enamorándonos de causas, dejando nuestras huellas en proyectos y logros o fracasos, aprendiendo a dominarnos, crecer, superarnos,...
Así se va el 2012 y en unas horas recibimos al 2013. Otro año nuevo que espera ser estrenado.
Nuestro deseo para todos es que este año nos encuentre con salud. Fuertes para resistir vendavales y tormentas. Con una fe más madura y sólida en este Año de la Fe. Alegres en la esperanza por las promesas de Jesús. Dispuestos a darnos a los otros sin egoísmos.
Que este último día del año no pase desapercibido. Por eso, agradezcamos hoy, lo vivido hasta hoy. Os invitamos a que el agradecimiento sea, en este momento, vuestro más profundo sentir...Demos gracias juntos por tanto bien recibido.
Porque nos corre vida por las venas. Porque somos hijos de un Padre que nos ama entrañablemente. Porque todo lo bueno procede de Él, y porque si abrimos las puertas y ventanas de nuestro alma, entra su Espíritu vivificante para darnos vida nueva y en abundancia...
Os enviamos un cariñoso y sincero deseo a todos de un 2013 lleno de las bendiciones de Dios, saludable y próspero.
Y en año nuevo, al compás de las campanadas, os invitamos a renovar nuestra esperanza.
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