Muchos conoceréis esta bella oración, Ofrecimiento de Obras, de San Ignacio de Loyola. Los Reyes, que celebraremos en unos días, hacen una ofrenda al Señor y queremos retomar esta bella oración y glosarla en el comienzo de este año, caminando con los Reyes al portal. |
Esta bella oración tiene por título, en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, “Contemplación para alcanzar amor”.
Está puesta al final de los Ejercicios Espirituales (EE Nº 230-237). Y
es, sobre todo, una metodología, una forma de llevar la experiencia espiritual
vivida durante los ejercicios a la vida cotidiana.
Esta meditación nos ayuda a ejercitar la mirada, la percepción, la
interpretación, la sensibilidad para ver a Dios habitando en todo, empapándolo
todo de su presencia, de su acción, nos introduce para ver cómo “está de
corazón en cada cosa”; descubrir a un Dios que se comunica, que nos lo da todo
y se da a sí mismo en todo y un Dios que trabaja por mí, por cada uno, por la
humanidad, que acontece en todo. Un Dios al que no le es indiferente ninguna de
sus criaturas, no le es indiferente nada que implique al ser humano.
No hay que ir a un mundo extraño para encontrarnos con Dios, no hay que
huir y escapar a ambientes ficticios. Es allí, en las cosas que vivimos cada
día, donde Dios se nos hace el encontradizo, en la propia realidad
Tomad, Señor, y
recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi
voluntad,
todo mi haber
y mi poseer;
Vos me lo diste;
a Vos, Señor, lo
torno;
todo es vuestro,
disponed todo a
vuestra voluntad;
dadme vuestro
amor y gracia,
que esto me basta.
Tomad Señor y recibid este año que ha acabado.
Tomadlo con todas mis decisiones, las que fueron
acertadas y las que estuvieron erradas.
Vos sabéis que todas son expresión de mi libertad que
te busca.
Tomad la memoria de mis recuerdos, los felices y los
dolorosos.
Transfórmadlos en vivencia plena de sentido.
Tomad mi entendimiento, con sus descubrimientos,
novedades y nuevas preguntas.
Este dinamismo que me ayuda a encontrarte en todas las
cosas.
Tomad los deseos y anhelos que mueven mi voluntad.
Esas intuiciones que dan certeza a mi querer en
sintonía con el Vuestro.
Todo mi haber y mi poseer, la totalidad de mis afectos
y sentimientos que me constituyen como persona humana.
Todo esto que soy, con todo lo vivido lo tomo como
regalo vuestro y compromiso mío, y os lo entrego confiando en la complicidad de
vuestra providencia.
Para este año 2013 que comenzamos dadme vuestro amor y
gracia para seguir desplegando y descubriendo vuestro soplo original.
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