La parroquia asume este año un nuevo proyecto de Misiones - Cooperación al Desarrollo en Burkina Faso que será presentado mañana Domingo, 27 de enero, Día de la Infancia Misionera, en las eucaristías. A continuación os adelantamos el contenido y objetivos del proyecto y lo situamos en su contexto |
La parroquia del Recuerdo
asume un proyecto en Burkina Faso.
Como venimos haciendo todos los años, la parroquia
quiere asumir durante este 2013 un
Proyecto de Cooperación al Desarrollo en el Tercer Mundo. El Grupo de
Misiones de la parroquia ha valorado durante las últimas semanas algunas
posibilidades y, finalmente, se decidió escoger un proyecto en África, en la
zona del Sahel y, concretamente en Burkina Faso. Cáritas, que interviene en la
zona desde hace años y ha intervenido de una manera especial en la emergencia
que se produjo durante 2012, nos ha asesorado en la elección y supervisará a
través de las organizaciones locales de Cáritas el desarrollo del mismo.
Elegimos este proyecto porque creemos que es
asumible, a pesar de nuestra situación, porque se centra en la rehabilitación y
promoción social de mujeres marginadas, porque tendrá autonomía y recursos
propios una vez que les podamos enviar los recursos económicos y porque está
gestionado por la parroquia de Bokin y supervisado por el Obispo de Kaya,
Cáritas Burkina y Cáritas España.
El proyecto:
MICRO CRÉDITOS
domésticos a las mujeres que
son víctimas
de acusación de brujería
en la
parroquia de BOKIN
para
contribuir a su rehabilitación social.
Burkina Faso
Burkina es un país sahelino que no tiene acceso al
mar, y es mucho menos rico que sus vecinos en recursos naturales lo que le hace
extraordinariamente vulnerable a factores exógenos, como las catástrofes
naturales (sequías, inundaciones, epidemias de meningitis, invasión de las
langostas,…). Tiene 15.730.977 habitantes. Los indicadores del desarrollo
humano sitúan Burkina en el 177º lugar en el ranking de los 182 países del
mundo (2007). Cerca del 42% de la población vive todavía por debajo del umbral
de la pobreza absoluta. La pobreza es predominante sobre todo en el medio
rural, y las condiciones de vida de las familias rurales son muy precarias. La
casi totalidad de las familias rurales de Burkina
practican la agricultura y la ganadería y consumen el 65% de todo lo que
producen.
La extrema vulnerabilidad frente a los precios de
los productos agrícolas, las condiciones climáticas y los conflictos civiles de
los países vecinos han ido obstaculizando el crecimiento económico y toda
posibilidad de reducción de la pobreza rural. La lucha contra la pobreza y la
reducción de las desigualdades son los
principales desafíos en la actualidad.
Bokin
En la región del Norte, concretamente en la
Provincia de Passoré, se sitúa el Departamento de Bokin, donde se desarrollará
el proyecto. Esta zona se revela como la región más pobre del país; la
inseguridad alimentaria, la fragilidad de la economía doméstica y la debilidad
de la producción agrícola agravan la situación.
Situación de
la mujer
La
situación precaria de la zona de Bokin se ceba con la mujer y las niñas. Además
de no tener los mismos derechos de los hombres, las chicas sufren la imposición
de matrimonios forzosos. Unas pobres mujeres son acusadas de brujería y desterradas
sin piedad lejos de su entorno social y familiar. En la familia, las labores
domésticas constituyen a menudo la única ocupación de las mujeres. Además de
esta pesada tarea, la mujer tiene que garantizar la escolarización de sus niños
mediante actividades que les faciliten unos ingresos económicos. La mujer es
todavía víctima de prácticas socioculturales nefastas, que afectan a la
libertad y a los derechos de la mujer como en el caso del levirato, matrimonio
forzado, la ablación, el sororato, la exclusión social a causa de la brujería,
etc.
La exclusión social a causa de
la brujería
Bajo el peso de la tradición todavía muy
imperante en la región pastoral de Bokin, de la diócesis de Kaya, el fenómeno
de la exclusión social a causa de la brujería es una práctica corriente y
diaria. Para los que se anclan a la tradición, la muerte de una persona jamás
es fortuita o causada por una enfermedad. De forma que, cada vez que muere una
persona, el mecanismo de la tradición se pone en marcha y no para hasta que no
se encuentre el culpable de esta muerte en el poblado. Se procede entonces al
ritual del interrogatorio de los muertos para designar el culpable. A
consecuencia de este ritual, se acusa a menudo a las mujeres de haber comido el
alma del difunto y contribuido así a su muerte. Desgraciadamente la mujer
designada como autora de esa muerte es desterrada inmediatamente del poblado,
su casa es incendiada y sus familiares la abandonan para siempre. Además se le
pega y es conducida fuera del poblado si no se pone a salvo a tiempo.
Parroquia de
Bokin
Esta práctica deplorable ha producido un sinfín de
víctimas. Y desgraciadamente no existe ninguna ley que proteja a la mujer en
este caso. El único refugio para estas mujeres víctimas de esta acusación de
brujería es la misión católica. La parroquia de Bokin, pionera en este tipo de
actividad social de lucha contra la exclusión social, construyó en 1987 un centro
de acogida para dar refugio y protección a estas mujeres. En la actualidad el
centro alberga a 37 chicas.
No obstante, ellas quedan siempre marginadas y
sufren mucho para encontrar un modo de vivir y mantenerse. Esta es la razón por
la cual la parroquia de Bokin, quiere contribuir a la rehabilitación social de
50 mujeres víctimas de este trágico fenómeno, mediante una actividad de micro
créditos que va a más allá, pues contempla también la rehabilitación personal y
social y que puedan reemprender una vida digna.
El objetivo del proyecto
Identificar
y proporcionar formación a 50 mujeres víctimas de la exclusión social para que
se hagan emprendedoras de actividades que les aporten recursos económicos. Posteriormente,
después de la formación, entregarles un micro crédito doméstico a estas 50
mujeres que puedan asegurar la actividad económica de cada una de ellas que
posibilite su autonomía y mantenimiento. Y desarrollar el proyecto asegurando
el acompañamiento de las mujeres y el seguimiento de las actividades que
emprendan.
El
sistema de préstamo de micro crédito contemplará un reembolso de la cuota
recibida, con unos intereses del 10%, que va a ser pedido al final de la
actividad. Los intereses así generados darán la posibilidad no solamente de
ampliar el número de los beneficiarios futuros, sino también de mejorar el
seguimiento de las actividades y de perennizar la actividad de la concesión de
los micro créditos. La Cooperativa Diocesana de Ahorro y de Crédito de la
Diócesis de Kaya gestionará la concesión de los micro créditos.
Coste total del proyecto es de 7.622 € (5.000.000 F CFA)
La
contribución de la propia comunidad local, la parroquia de Bokin, se compromete
a aportar 1.000.000 F CFA (1.524 €) mientras que la financiación requerida por
nuestra parte como donantes será de 4.000.000 F CFA (6.097€). Los detalles están
en el proyecto que se ha enviado al grupo de Misiones y se puede consultar.
¿Cómo vamos a conseguir 6.097 euros?
Tenemos
la posibilidad de haceros cargo del proyecto cada uno de nosotros con nuestras
aportaciones, no sólo económicas, sino también con nuestras ideas, iniciativas,…
destinadas a conseguir este objetivo.
En
los próximos meses os anunciaremos distintas actividades que se organizarán en
la parroquia con la finalidad de recaudar fondos. Organizaremos campañas con
los niños, en los grupos,…
Nuestro
compromiso es que el grupo de Misiones os mantenga informados del proceso y el
proyecto una vez se ponga en marcha, por parte de la parroquia de Bokin el
compromiso es firme y ya estamos manteniendo desde Diciembre una relación
fluida y constante como podéis ver en las imágenes que nos han ido enviando estos
días de atrás.
Y de lo nuestro ¿qué?
Hay quien planteará que en España, en nuestro
barrio, ya hace meses que se empieza a pasar hambre, a pasar dificultades
económicas, que hay muchos que se ven obligados a solicitar ayuda de alimentos,
de pago de la casa, de la electricidad, etc…
Pero no estamos, ni de lejos, en la misma situación
del tercer mundo (ni del cuarto del que también se habla). Todavía, una buena
parte de nosotros vivimos sin grandes agobios, aunque hayamos tenido que hacer
ciertos recortes, o meros maquillajes, en la economía.
La situación del “tercer mundo”, es otro cantar.
Eso sí es pobreza absoluta, hambruna endémica, carencia de lo más elemental. Ellos (sus habitantes), no puede hacer recortes porque no hay nada
que recortar.
Pero lo peor del caso es que nuestro pasado “estado del bienestar”, nuestros derroches, fueron, en
gran parte, a costa de ellos.
En Burkina Faso, en Bokin, muchas familias no comen
todos los días, muchas personas (porque son personas), que subsisten por puro
milagro. ¡Y tantos que mueren de hambre, de enfermedades fáciles de curar en el
primer mundo! No sería justo darles la espalda ahora.
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