La procesión va por dentro



Como cada año, iniciamos la Semana Santa, la Semana Grande los cristianos, el núcleo del misterio que nos vive y nos hace vivir, currar, amar, soñar,… ¡No dejes que la rutina deje pasar estos días intensos y entrañables que tocan lo más nuestro! ¡Déjate tocar por el misterio en lo más profundo de ti donde te encontrarás con Dios! Y no pases de puntillas por estos días, vívelos con la intensidad que merecen y DESDE DENTRO.


 

 

 
 

Queremos ofreceros hoy, en el pórtico de la Semana Santa un fragmento de la homilía del Domingo de Ramos del Papa el año pasado. Una breve, preciosa y cercana reflexión para situarse desde la fe ante el misterio pascual que emprendemos el Domingo de Ramos y nos llevará hasta el próximo Domingo de Resurrección

 

"Esta semana comienza con la procesión festiva, con los ramos de olivos: todo el pueblo recibe a Jesús. Los niños, los jóvenes cantan y alaban a Jesús"…

 

"Pero esta semana va adelante en el misterio de la muerte de Jesús y de su Resurrección. Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien hacernos solamente una pregunta: 

 

 

 

  • ¿Quién soy yo?
  • ¿Quién soy yo delante a mi Señor?
  • ¿Quién soy yo delante a Jesús que entra festivamente en Jerusalén?
  • ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo, o tomo distancia?
  • ¿Estoy yo delante de Jesús que sufre?
  • Hemos sentido tantos nombres, tantos nombres. Grupos de dirigentes, algunos eran sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley que habían decidido asesinarlo. Esperaban la oportunidad de apresarlo.
  • ¿Soy yo como uno de ellos? Y hemos sentido otro nombre: ¡Judas!, treinta monedas. ¿Soy yo como Judas? Hemos sentido otros nombres, los discípulos que no entendían nada, que se dormían mientras el Señor sufría. ¿Mi vida está dormida? O soy como los discípulos que no querían quizás traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería solucionar todo con la espada. Soy yo como ellos?
  • ¿Soy yo un Judas que recita amarlo y besa al Maestro para entregarlo, traicionarlo? ¿Soy un traidor? ¿Soy como esos dirigentes que rápidamente constituyen el tribunal y buscan falsos testimonios? ¿Soy yo como ellos? ¿Y cuando hago estas cosas si las hago, creo que con esto salvo al pueblo?
  • ¿Soy yo como Pilato, que cuando veo que la situación se pone difícil me lavo las manos, no sé asumir mi responsabilidad y dejo condenar o condeno yo a las personas?”.
  • ¿Soy yo como aquella multitud que no sabía bien si estaban en una reunión religiosa, en un juicio o en un circo, y elige a Barrabás? Para ellos era lo mismo, era más divertido para humillar a Jesús.
  • ¿Soy yo como los soldados que golpean al Señor, le escupen, lo insultan, se divierten con la humillación del Señor?
  • ¿Soy yo como el cireneo que volvía del trabajo, cansado, pero tuvo la buena voluntad de ayudar al Señor a cargar la cruz?".
  • ¿Soy yo como aquellos que pasaban delante a la cruz y hacían sus burlas a Jesús?: "Tanto coraje, que baje de la cruz y creeremos en él". La burla de Jesús.
  • ¿Soy yo como aquellas mujeres llenas de coraje, como la madre de Jesús, que estaba allí y sufría en silencio?
  • ¿Soy yo como José, el discípulo escondido que lleva el cuerpo de Jesús para darle sepultura?
  • “¿Soy yo como estas dos Marías que se quedan en la puerta del sepulcro llorando, rezando?
  • ¿Soy yo como estos dirigentes que el día siguiente van a lo de Pilatos para decirle: "Mire que éste decía que iba a resucitar; que no suceda otro engaño" y bloquean la vida, el sepulcro, para defender la doctrina, para que la vida no venga afuera.
  • ¿Dónde está mi corazón?
  • ¿A cuál de ellos me asemejo?

 

 

 

Y que estas preguntas nos acompañen durante toda la semana...”


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