“Nada une más con Dios que un acto de misericordia, bien sea que se trate de la misericordia con que el Señor nos perdona nuestros pecados, o bien de la gracia que nos da para practicar las obras de misericordia en su nombre...…Si las miramos en conjunto (las obras de misericordia), el mensaje es que el objeto de la misericordia es la vida humana misma y en su totalidad...…la misma vida humana en su totalidad incluye el cuidado de la casa común… Me permito proponer un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de misericordia, añadiendo a cada una el cuidado de la casa común.Como obra de misericordia espiritual, el cuidado de la casa común precisa de la contemplación agradecida del mundo... Y como obra de misericordia corporal, el cuidado de la casa común, necesita simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor...A su vez el Papa habla de la ecología integral de la persona –como ya hiciera– y señala que “los seres humanos están profundamente unidos unos a otros y a la creación en su totalidad. Cuando maltratamos la naturaleza, maltratamos también a los seres humanos”.
Como nos propone el Papa Francisco en su encíclica Laudato Sii’ este Año de la Misericordia es una preciosa oportunidad para los creyentes y las comunidades de renovar la personal adhesión a la propia vocación de custodiar la creación.
A propósito de la celebración del día de San Francisco de Asís, la encíclica Laudato Sii’ hace honor a nuestro Santo y, concretamente, a su oración más conocida, el Cántico a las Criaturas. Recomendamos en este día hacer una lectura detenida de esta doctrina que recoge la tradición de la Iglesia y su pensar más actual ante los retos que nos plantea nuestro mundo invitando a los creyentes a una “conversión ecológica”.
“merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo” y, continuaba diciendo, “los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”.
Si no tienes posibilidad de leerla completa, en este artículo de la revista Vida Nueva nos proponen “La encíclica ‘Laudato si” del papa Francisco en 50 frases”
Hemos entresacado algunos consejos concretos con los que el papa Francisco nos alienta a colaborar para proteger y construir nuestra casa común, pequeñas acciones que derraman un bien en la sociedad “más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente…”
1. Calefacción: nos aconseja abrigarse más y evitar encenderla.
2. Evitar el uso de material plástico y de papel.
3. Reducir el consumo de agua.
4. Separar los residuos.
5. Cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer.
6. Tratar con cuidado a los demás seres vivos.
7. Utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas.
8. Plantar árboles.
9. Apagar las luces innecesarias.
10. Dar gracias a Dios antes y después de las comidas.
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