Santa María de la Almudena, única Patrona de Madrid


Contar la historia de la Virgen de la Almudena es contar la historia de Madrid. Recordamos la historia  y  presencia en Madrid desde los primeros tiempos cristianos de la villa de Madrid de la imagen de Santa María de la Almudena.


La imagen de Santa María la Real de la Almudena, antes denominada Santa María la Mayor, se encontró en el año 1085 en la conquista de la ciudad por el Rey Alfonso VI, en uno de los cubos de la muralla, cercana a la llamada puerta de la Vega. Una vez se encontró fue colocada en la antigua Mezquita –desde entonces iglesia de Santa María la Mayor- para su culto y devoción por el pueblo de Madrid y la corte.

La Historia de Madrid da muestras continuas de su devoción y presencia tanto en los acontecimientos locales como de la corte.

No hay datos exactos sobre la  antigüedad de la Imagen ni del culto, pero consta que, al menos trescientos años antes de encontrarla, fue ocultada hacia el año 700 por un Decreto del Arzobispo de Toledo, D. Raimundo.

Una antiquísima leyenda o  tradición cuenta que “cuando el Apóstol Santiago vino de Jerusalén a predicar a España, trajo a esta coronada Villa de Madrid, la milagrosísima Imagen que hoy llaman de la Almudena y la colocó  en esta Iglesia  en compañía de uno de los doce discípulos  llamado S. Calocero, que fue el primero que predicó en ella el año del Señor de 38....”. (Según consta en una inscripción de 1640).

El nombre de Santa María de la Almudena fue dado con posteridad a la Reconquista (1085), cuando la encontró el Rey Alfonso VI. El rey deseaba encontrar la imagen primitiva escondida y organizó una procesión que encabezaba él, con el clero, la nobleza y el pueblo de Madrid en torno a la muralla, rogando a Dios para que apareciera la Imagen. Al pasar la comitiva ante un cubo de la muralla dedicado a “almudith” (deposito de trigo que los moros llaman “Almud” –medida-), cayeron varias piedras quedando descubierto el hueco donde se hallaba la Imagen de la Virgen, que desde entonces llamaron “de la Almudena”, comprobándose con asombro que las dos velas continuaban encendidas, después de tres siglos, por lo que la Imagen tiene la cara “morena”. A partir de este día 9 de noviembre del año 1085, es considerada por el pueblo como Patrona de Madrid.

En cualquier caso, la imagen tiene que ser anterior al año 712 en que Madrid fue conquistado por el Islam y la Imagen escondida. El Papa Pío X la declaró en agosto 1908 Patrona de Madrid, señalando su fiesta el día 9 de noviembre aunque ya desde el año 1640 con motivo del volver a trasladar la Imagen a su Templo después de haber sido renovado, se manda publicar y colocar por todo Madrid, según es costumbre en sus Iglesias y partes publicas sin contradicción alguna el edicto que la proclama como más antigua y única patrona de esta villa:

“Presidiendo en la silla Apostólica, nuestro muy Santo Padre Urbano Octavo en el año décimo sesto de su pontificado, y Reinando en España Nuestro Príncipe y Monarca Phelipe quarto el grande y siendo corregidor de esta villa de Madrid, D. Juan Ramírez Fariñas. La muy Noble y Coronada Villa de Madrid, agradecida de los veneficios y mercedes que cada día recive de la Santísima y Antiquísima Imagen de Nuestra  Señora Santa María la Real de la Almudena, SU PATRONA, haviendo ocho días antes impreso papeles con la invención de sus armas, aclamándola por tal Patrona, y fijándolos como es costumbre por todas las Iglesias y partes publicas sin contradicción alguna, este dicho día veintiséis de Agosto de dicho año, haviendo juntado lo ilustre de la Comunidades de dicha Villa y todo el aplauso del publico”.


De la imagen antigua no se puede decir nada en concreto pues parece ser ardió  en un incendio en la Iglesia de Santa María la Mayor durante el reinado de Felipe II.  La imagen actual es del gótico tardío, de finales del s. XVI, aunque la cabeza de la Virgen y sus manos así como la cabeza del Niño, pudieran ser las de la anterior Imagen.

La imagen se encontraba en la iglesia de Santa María la Mayor de la Almudena, el templo más antiguo de Madrid hasta su demolición en 1868 a consecuencia de las obras de remodelación de la calle Mayor y del viaducto de la calle Bailén. Esta iglesia se asentaba en la esquina de los antiguos trazados de las calles Mayor y Bailén, solar de la antigua mezquita mayor del Madrid musulmán. Dicha mezquita original formaba parte del primer recinto amurallado en el conjunto de la alcazaba, junto al alcázar que se erigía en la parte norte del solar del actual Palacio Real.

Conviene recordar en este punto que Madrid no era sede episcopal, pertenecía al Arzobispado de Toledo, y por esta razón no tenía catedral. Con el derribo de la iglesia de santa María la Mayor en 1868 se impuso la necesidad de construir una iglesia nueva que diera cabida al culto a la patrona de la ciudad. Años más tarde, el día 4 de abril de 1883, el rey Alfonso XII puso la primera piedra del nuevo edificio, que sería la futura catedral de Madrid, en unos terrenos que, por mediación de la reina Mercedes, devota de la Virgen de la Almudena, fueron cedidos por el Patrimonio Real en 1879.
A continuación, el papa León XIII, el 7 de marzo de 1885 en una bula erigió la diócesis de Madrid. Y, como ya sabemos los más mayores, mientras se construía la catedral, la antigua iglesia jesuítica del Colegio Imperial en la calle Toledo –muy cerca de la Plaza Mayor-, pasó a tener la consideración de colegiata, bajo la advocación de san Isidro, y fue templo catedralicio de la nueva diócesis hasta que en 1995 fue consagrada catedral por el papa Juan Pablo II el 15 de junio de 1993.
La talla de la Virgen se encuentra en el brazo derecho del crucero de la catedral, enmarcada por un retablo de tablas pintadas, gótico del siglo XIV, realizado por Juan de Borgoña, procedente de Oropesa (Toledo), y regalado por el cardenal Ángel Suquía. El retablo, colocado en alto, es accesible mediante unas escalinatas que bordean un arco escarzano, donde se encuentra la capilla funeraria de la reina María de las Mercedes de Orleáns, esposa de Alfonso XII, gran devota de la Virgen.
















Himno de Santa María de la Almudena –  Salve, Señora

Salve, Señora de tez morena
Virgen y Madre del Redentor
Santa María de la Almudena
Reina del Cielo, Madre de amor.
Santa María de la Almudena,
Reina del Cielo, Madre de amor.

Tú que estuviste oculta en los muros
de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo
que te venera
y espera en tí.

Salve, Señora de tez morena
Virgen y Madre del Redentor
Santa María de la Almudena
Reina del Cielo, Madre de amor.
Santa María de la Almudena,
Reina del Cielo, Madre de amor.

Bajo tu manto, Virgen sencilla,
buscan tus hijos la protección.
Tú eres patrona de nuestra villa,
Madre amorosa,
Templo de Dios.

Salve, Señora de tez morena
Virgen y Madre del Redentor
Santa María de la Almudena
Reina del Cielo, Madre de amor.
Santa María de la Almudena,
Reina del Cielo, Madre de amor.




Oración a la Virgen de la Almudena


Virgen de la Almudena,
Madre y Señora nuestra,
que estuviste oculta
en las murallas del viejo Madrid
y te nos manifiestas ahora
como Madre de inmensa ternura
a quienes te veneramos
con filial devoción.

Tu nombre de Almudena
hace referencia a fortaleza;
danos constancia firme
para vivir siempre seguros
en la fe de la Iglesia.

Mantén vivo nuestro amor
y fuerte nuestra esperanza,
para que ningún obstáculo
pueda desviarnos
del camino de la salvación.

Llena con tu presencia maternal
la dura soledad de los que sufren.

Acoge con tu amor
las súplicas de tus hijos.

Abre nuestros corazones
a la alegría del Espíritu.

Como excelsa Patrona de Madrid
bendice y protege a quienes
veneran con amor tu nombre santo
y el de tu Hijo.

Que vive y reina
por los siglos de los siglos.


Amén.

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