Sínodo de la Familia




En unas semanas, en octubre, tendrá lugar la segunda etapa del Sínodo de Obispos, convocado por el papa Francisco bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. El debate se ha abierto a la Iglesia y han tenido un gran eco las cuestiones más controvertidas.







La Primera parte del Sínodo se desarrolló en el Vaticano entre el 5 y el 19 de octubre de 2014 después de una consulta a la Iglesia Universal en la que todos pudimos participar.

En esta primera etapa se constituyó la III Asamblea Sinodal con el propósito de precisar el “status quaestionis” y recoger testimonios y propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con credibilidad para la familia.

En esta etapa intermedia entre la asamblea del 14 y la que tendrá lugar en octubre del 15, el papa Francisco confió a la Iglesia entera la tarea de “madurar, con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas y encontrar soluciones concretas a tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar”.

La Segunda parte prevista entre el 4 y el 25 de Octubre de 2015 tendrá como objetivo ofrecer las líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la familia.

Posteriormente, una vez finalizada esta segunda sesión, el Papa presentará una Exhortación Apostólica Postsinodal conclusiva sobre el tema.

Han tenido mucho eco en estos meses –desde la convocatoria inicial a hoy- las cuestiones más controvertidas vividas por un porcentaje considerable de familias en las últimas décadas: los divorciados con nueva unión, la difusión de las parejas de hecho, las uniones entre personas del mismo sexo y su eventual adopción de hijos, los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, el debilitamiento o abandono de la fe en el sacramento del matrimonio y en la confesión,… Y pareciera que la cuestión central en torno a la que gira el debate del Sínodo finalmente fuera la de la comunión a divorciados vueltos a casar civilmente.

La problemática de la familia, los desafíos concretos que hoy debe afrontar, superan con mucho esta cuestión aunque no deje de ser importante.

Por ello, queremos proponeros que en los próximos días pidamos al Espíritu que asista a la Iglesia, a la Asamblea Sinodal y al Papa Francisco, y nos ponga a toda la Iglesia y a las familias en la sintonía del mensaje liberador y de misericordia del Evangelio de Jesús.







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