Pedimos los dones del Espíritu


Te pedimos, Espíritu del Señor, que vengas a nosotros, y pongas en nuestra vida tus dones.

















Sé PRESENCIA.
En los momentos de soledad, o cuando me olvido de ti. Si vivo ajeno a tu evangelio. O si falta el amor.
“Le dijo, sal afuera y ponte en el monte, que el Señor va a pasar….” (1Re 19)

Hazte presente en mi ORACION.
Para que aprenda a escucharte, a conocerte, y a seguirte.
“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá” (Mt 7)

Ábreme el ENTENDIMIENTO.
Para que comprenda tu verdad, y aprenda a mirar el mundo como tú lo miras, lleno de belleza y de posibilidades.
“Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron” (Lc. 24,31-33)

Espíritu de CIENCIA.
Sé luz para que cada uno pongamos nuestro talento al servicio de un mundo mejor.
“En él se encierran todos los tesoros del saber y el conocimiento” (Col 2,3)

Sé espíritu de CONSEJO.
Inspira los pasos justos, las palabras precisas, las decisiones oportunas en las encrucijadas de la vida.
“Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” (Mt 19,16)

Dame SABIDURIA
para distinguir lo importante y lo superfluo. Para no hacer dramas imaginarios. Para proclamar tu belleza.
“Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría” (Sab 7,7)

Y, en mi debilidad, que sabes que es mucha,
sé FORTALEZA.
Para que sea capaz de resistir, de caminar, de compartir mis pasos con otros muchos…
“La fuerza se realiza en la debilidad” (II Cor. 12, 9)




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