 | «Quia spiritualia sine temporalibus diu esse non possunt sicut anima sino corpore» (Sínodo de Zaragoza del año 1537). Porque lo espiritual sin lo temporal no puede perdurar, como el alma sin el cuerpo. |
- Gestiona los recursos económicos de la parroquia administrándolos según criterios evangélicos.
- Conciencia a la feligresía de la corresponsabilidad en la autofinanciación económica de la parroquia, así como efectúa el análisis de los presupuestos y balances económicos de cada año.
- Analizan también posibles actuaciones y mejoras en pro de la parroquia y sus instalaciones.
Está formado por seis miembros que se reúnen tres veces al año y cuando hay alguna necesidad especial.
Todos los meses el administrador parroquial
y el secretario efectúan los apuntes económicos
del mes y mandan los correspondientes datos al arzobispado según el programa
económico que tiene la diócesis.
«Se debe vigilar atentamente para que los bienes de los institutos sean administrados con cautela y transparencia, sean tutelados y preservados, conjugando la prioritaria dimensión carismático-espiritual con la dimensión económica y la eficiencia, que tiene su propio humus en la tradición administrativa de los institutos que no tolera derroches y está atenta al buen uso de los recursos». Papa Francisco
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