Os deseo una Santa Semana en el Año de la Fe



QueridXs amigXs
 Todas las semanas son santas porque cada día tenemos la oportunidad de celebrar la “Pascua”, “El Paso” de Dios por nuestra vida. Y cuando Dios pasa por nuestra vida, nuestra vida cambia, aunque sea imperceptible.
 No obstante, estos días que se abren el próximo Domingo con la celebración del Domingo de Ramos deben ser especialmente “santos”, “sagrados”, para el cristiano. 


Los misterios que celebramos en estos días hacen que el “Paso” de Dios por nuestra vida sea particularmente intenso. Celebramos el núcleo de nuestra fe, el misterio de la muerte y resurrección de Cristo que, como cristianos, estamos llamados a hacer dinámica y flujo permanente de nuestra vida.

Litúrgicamente se llama también “Semana Mayor”, es la Semana en la que la Iglesia nos invita a contemplar el misterio de Cristo en su manifestación última y definitiva, “extrema”, donde Jesús nos revela el misterio del corazón de Dios.

Para nosotros debe ser la “Semana de Dios”, de la fe, de la contemplación, de la gratitud, del amor entregado, del servicio, del compartir, del silencio, de la misericordia, del perdón, de la alegría, de la esperanza,…

No dejemos que estos días pasen de largo, dejemos que nos toquen y nos dejen tocados y haciéndonos don y entrega generosa con Jesús lleguemos al gozo de la alegría desbordante de la Pascua.

En la parroquia podréis participar en las celebraciones y momentos intensos que, con motivo de la Semana Santa proponemos para vivir este momento central de nuestra fe.


El Domingo de Ramos con la tradicional bendición de ramos al comienzo de cada celebración. Al comienzo de la celebración de la Misa de Niños a las 11:30 h tendrá lugar la bendición y procesión de Ramos.


El Jueves Santo rezaremos la oración de Laudes en comunidad a las 10:00 y, ya por la tarde, a las 18:00 h conmemoramos la Cena del Señor en la que hacemos memoria de la institución de la Eucaristía y el Sacerdocio y finalizaremos con el traslado del Santísimo al Monumento. Desde ese momento quedará expuesto el Santísimo hasta la noche en la capilla: os invito a acompañar a Jesús en oración y adoración, en acción de gracias por el regalo de su presencia en la Eucaristía. Ya por la noche, a las 21:00 h tendrá lugar la Hora Santa en la que en oración tratamos de acompañar a Jesús en aquellos momentos de agonía dejando resonar los ecos de su entrañable discurso en la Cena.

El Viernes Santo por la mañana tendrá lugar la oración de los Laudes a las 10:00 h y la celebración del Viacrucis a las 12:00. Por la tarde, a las 17:00 h celebraremos los Oficios de la Muerte de Jesús con la adoración de la Cruz.



El Sábado Santo tradicionalmente celebramos en el arciprestazgo la oración común en la que participamos todas las comunidades del barrio de San Blas-Las Rosas. Este año tendrá lugar a las 11:00 h. en la Parroquia de San Joaquín y Santa Ana en la calle Amposta. A las 18:00 h. nos reuniremos para preparar el Templo y la liturgia de la noche.
Y ya por la noche, a las 22:00 h comenzará la celebración más importante de la liturgia de la Iglesia, la celebración de la Vigilia Pascual, la celebración en la que se concentran los signos más bellos de nuestra liturgia en la que os invito vivamente a participar. Es la celebración de la Luz, del Agua, celebración Bautismal, de la Vida, del Pueblo de Dios, de la Liberación,… es nuestra Pascua, en la que celebramos que el Padre ha devuelto a la vida a Cristo, nuestra Pascua y nuestra vida y la historia cobran sentido sobre el quicio de este acontecimiento, el centro de nuestra fe.



El Domingo de Resurrección en las celebraciones dominicales de 10:00, 11:30 y 13:00 celebraremos de nuevo la Resurrección del Señor en la alegría de la Pascua.

Os invito a participar a todos. Los que no estéis en Madrid, podréis seguirnos a través del Blog, de las redes sociales. Y, por supuesto, a acudir a las celebraciones que tengan lugar allí donde estéis. A los que permanezcáis en Madrid os invito a acudir a la parroquia tranquilos, sin prisas, viviendo con intensidad los misterios que celebramos y dejando que toquen nuestro corazón, que reposen los sentimientos y compromisos que estos días nos despierta el Señor en la celebración de los misterios de nuestra fe. Serán también momentos privilegiados para hacer comunidad y fraternidad en vuestra casa que es también la parroquia.

Todos aquellos que queráis participar más activamente en las celebraciones, colaborar en la preparación de las celebraciones, leer, animar las liturgias y celebraciones, seréis bienvenidos y, como es tradicional, nos reuniremos en esos momentos para distribuir ministerios y tareas y que todos podamos vivir los misterios más desde dentro, con más intensidad, haciendo un servicio a la comunidad. Nos encontraremos el lunes santo por la tarde en los salones parroquiales para organizar nuestra participación.

Lleno de satisfacción os invito vivamente a leer la carta pastoral para la Semana Santa del cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, ahora Papa FRANCICO.


Por último, os propongo a todos una reflexión de Reflejos de Luz para enmarcar la intensidad de las vivencias que van a acontecer en estos días.

¡Os deseo una Santa Semana! Que estos días sean un momento privilegiado de intenso encuentro con Cristo en el corazón de su misterio.

Mariano Zénere. Párroco.
Parroquia de Nuestra Señora del Recuerdo 

Este sencillo video nos muestra en un minuto
cómo es necesario llegar desde la cruz a la luz






Reflexión Marco 
en ESTOS DÍAS DE SEMANA SANTA: 
Amar, Morir y Resucitar

Debiéramos preguntarnos seriamente qué tenemos que ver cada uno de nosotros, en nuestro diario vivir, con el AMOR del Jueves Santo, la MUERTE del Viernes Santo y la RESURRECCIÓN del Domingo de Pascua.

AMAR, MORIR, RESUCITAR, son como tres movimientos "in crescendo" de la Semana Santa. Tres realidades que, sin duda, son las más importantes en la vida de cada hombre. AMAR es el verbo más conjugado de la historia. El hombre está sediento de amor. Cuando lo encuentra y cuando lo da, es feliz. Pero amar como Jesús, con su medida y con su finalidad, no es fácil. Amar como Él amó supone negarse, olvidarse, vencerse. Amar como amó Jesús supone considerar de verdad a los hombres, a todos los hombres, como hermanos y estar dispuesto a compartir con ellos la herencia, toda la herencia. No, no es fácil amar así. Y por eso no lo hacemos. No lo hacen los hombres en general y no lo hacemos, evidentemente, los cristianos. Por eso, fácilmente, el Jueves Santo no lo entendemos.

MORIR. ¡Qué difícil! Y, sin embargo, la muerte está ahí, dispuesta a acudir puntualmente a la cita. No queremos saber nada de ella. Viéndonos, también nosotros mismos podríamos pensar: ¡Qué terrible una muerte sin respuesta! ¡Qué angustiosa una muerte sin retorno! ¡Qué cruel una muerte sin victoria! Contemplando el modo de vida de los hombres, también quizá el nuestro, cabría preguntarse: ¿Qué esperan los hombres persiguiendo tan ansiosamente el poder, el dinero, la gloria? ¿Está ahí la meta anhelada, el fin último, la aspiración máxima? ¿Qué piensan los hombres de la muerte? No es fácil aprender a morir; sin embargo, debiéramos esforzarnos por dar, a la luz de la muerte y sin necrofilia, hondura y categoría a nuestra vida, sabor cristiano y trascendente a nuestro existir. Pensar serenamente el Viernes Santo, a la sombra de la Cruz.

RESUCITAR. Es la última palabra de la muerte. El triunfo, la gloria, la alegría. Jesús, venciendo el tedio, el dolor, la angustia, la incógnita que se alza perturbadora ante la mente humana. Su triunfo es el nuestro. ¿De verdad lo creemos así los cristianos? Quizá en el fondo de nuestro ser sí lo creemos. Nos falta avivar esa fe, hacerla realidad diaria, ponerla de relieve al enfocar la vida, al acercarnos a los hombres, al vivir con ellos. Hay que intentar resucitar cada día en un esfuerzo permanente por dar a nuestra existencia un tono y un estilo en el que se reconozca inmediatamente a Cristo, cuyo final no fue la Cruz, sino la Luz.

AMAR, MORIR y RESUCITAR: tres realidades para pensar y para vivir en esta Semana Santa y en toda nuestra vida.





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