Vigilia de Pentecostés, Sábado 18 de mayo a las 22:00 h en Parroquia de San Blas



El día de Pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre la comunidad y nos dejó sus regalos, los dones del Espíritu. Para recibir al Espíritu, sus dones, nos juntamos y nos ponemos en oración en la parroquia de San Blas en la calle Alconera 1 el PRÓXIMO SÁBADO 18 DE MAYO.





Espíritu Santo, danos el don de la Audacia, 
que nos haga capaces de asumir tareas comunitarias sin temor a las dificultades, superar la tentación de caer en la apatía y el desánimo frente a lo que aparece como imposible de cambiar y nos conduce a poner nuestra confianza en Dios.

Necesitamos el don del Dinamismo, te lo pedimos Espíritu que mueves los corazones,
que nos mantenga inquietos, en tensión y nos llene de energía para participar en la vida de la comunidad, aportar iniciativas y capacidades de realización y celebrar activamente la presencia de Dios en nuestras vidas;

Danos el don de la Espontaneidad, 
que nos mueva a expresarnos libremente ante la comunidad y buscar juntos lo mejor para todos respondiendo con gestos oportunos a los desafíos y acontecimientos de la vida diaria y celebrar comunitariamente nuestra fe con sencillez y entusiasmo;

Necesitamos que nos des el don de la Amistad, 
que nos hace querernos entre nosotros y dejarnos querer por las personas, gustar de las acciones y de la vida en comunidad, disfrutar la gratuidad de los momentos para encontrarnos con todos los miembros de la Iglesia y compartir y ser así manifestación del amor de Dios;

Que tu vida se haga fuerte en nosotros con el don del Esfuerzo, 
que nos ayude a hacer nuestras las aspiraciones de la comunidad, a comprometernos en la defensa de la vida y de los derechos humanos, a no desanimarnos o cruzarnos de brazos frente a las situaciones de pobreza e injusticia y a jugarnos todo siempre por la causa del Reino;

Revístenos del don de la Solidaridad, 
que nos impulsa a hacer nuestro el espíritu del Buen Samaritano (Lc 10,25-37), a ser sensibles para compartir y combatir las miserias de la condición humana y los sufrimientos de nuestra  Iglesia y a no cansarnos de levantar a los caídos del camino y ofrecer esperanza a los que viven en la marginalidad.

Inúndanos con tu don de la Alegría, 
que nos motive cada día a seguir celebrando como comunidad la fiesta de la vida aún en medio de las dificultades y obstáculos de cada día, porque en ella Dios se nos hace presente para renovar el triunfo de la vida sobre la muerte y reafirmar el compromiso de todos.

Y, para ser reflejo de tu vida, regálanos el don de la Creatividad, 
que despierte nuestros intereses y anime los sentimientos más hondos de nuestros corazones, sus fibras más profundas, y nos permita expresarnos comunitariamente a través del arte, la poesía, la música y el baile, la presencia de Dios Creador en medio de su pueblo,... y nos ayude a comprender mejor y profundizar el misterio mismo de la vida.







Ven, Espíritu de Sabiduría, de entendimiento, de ciencia, líbranos de nuestras cegueras y tinieblas, de nuestras dudas e indecisiones, de nuestros fanatismos y prejuicios. Llénanos de Tu luz, gozosa luz, para que conozcamos la verdad, para que descubramos el misterio de la existencia. El misterio de cada persona y cada cosa, el misterio de Dios.

Ven, Espíritu de fortaleza, para que venzamos nuestros miedos y debilidades, nuestros pesimismos y depresiones, nuestros apegos ataduras, nuestras parálisis y turbaciones. Cólmanos de tu santa audacia para que lleguemos a ser libres.

Ven, Espíritu de piedad y santo temor, no nos dejes caer en autosuficiencia y el orgullo, en la ingratitud y el olvido, en falsos temores y escrúpulos, en desconfianzas y angustias, en las violencias y durezas de corazón. Danos un corazón humilde y misericordioso, benévolo y protector para lo pequeños.

Ven, Espíritu de consejo, de prudencia, de tolerancia, de paciencia, ayúdanos a ser guía para el que dude, maestro para el que no sabe, sostén para el que vacila, estímulo para el inmaduro. Y enséñanos también a saber dudar, a dejarnos aconsejar, a pedir tu luz, a ser dócil a tus inspiraciones.

Ven, Espíritu de consuelo, de gozo íntimo y alegría desbordante. Enjuga nuestras lágrimas, cura nuestras heridas, mitiga nuestros dolores, transforma nuestros sufrimientos y que sepamos llevar consuelo a los demás, transmitir a toda alegría y esperanza.

Ven, Espíritu de amor, de ternura, de generosidad, de entrega. Haz arder nuestro corazón en tu santo fuego. Contágianos de tu misericordia. Tú, que eres Padre de los pobres, despójanos, haznos pobres para que sepamos amar. Tú, que eres comunión de Dios, pacifícanos para que vivamos la unidad. Dios-Amor, enséñanos a amar.







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